Jornada Técnica Forestal de PROFOR en el P.Natural de Los Alcornocales y P.Natural del Estrecho

Aunque ha pasado cierto tiempo me gustaría comentaros la experiencia de la Jornada de Profor a la que asistí en julio. Como ya sabréis en estas minijornadas que PROFOR organiza en Andalucía y, en las que Agresta participa asiduamente, se comentan y debaten experiencias entre profesionales del sector y suelen ser muy interesantes. En este caso, como suele ocurrir en muchas ocasiones, el buen equipo humano, la complicidad de técnicos y agentes de medioambiente, la ilusión por probar técnicas nuevas, da como resultado una continua búsqueda de una gestión más eficiente y, sobre todo, un buen hacer en estos espacios naturales. Ya me había tocado trabajar con ellos cuando Agresta redactó el Manual de Regeneración del Alcornocal pero ahora de forma más distendida, pude comprobar el gran conocimiento que sobre el espacio tiene este equipo de técnicos y agentes forestales.PROFOR_Algeciras_025_500_x_375

Uno de estos técnicos, Rafael Sánchez, muy  aficionado a la historia forestal, fue capaz de establecer un hilo conductor desde varios siglos atrás con la situación actual de Los Alcornocales. Por ejemplo, parece ser, que en lo que ahora es el mirador del Hoyo de Don Pedro, se situaba la fortaleza desde donde se inició la conquista cristiana de Al-Yazira al-Jadrā (Algeciras). Se repasaron también las menciones a la zona que en el Libro de la Caza escrito en el  S. XIV aparecen, relatando la gran abundancia del corzo en toda la comarca.

De hecho, el corzo que tradicionalmente era pieza de caza en los Alcornocales viene  siendo desplazado por el venado desde hace algunas décadas por el valor cinegético de este último. Ambas especies afectan de manera muy distinta al regenerado de alcornocal, puesto que el corzo sólo se rasca sobre aquéllos individuos que pueden localizarse en espacios más abiertos entre pastizales mientras que el venado ramonea tanto las bellotas como todo el regenerado que pueda aparecer sobre la mancha mediterránea. Esto motiva que los gestores del espacio natural requieran de las fincas, planes de caza con mayores capturas, a fin de obtener densidades de venado que permitan obtener un regenerado adecuado en las masas de alcornocal. Uno de los debates más interesantes que se establecieron en la jornada, fue la integración económica de la producción de corcho con la actividad cinegética del Parque Natural, porque pese a que los ingresos de las fincas en Los Alcornocales proceden de manera muy generalizada de la corcha, los propietarios están incrementando de manera exponencial la carga cinegética de las fincas, sin observar que esto puede hacer peligrar los ingresos principales. Por otro lado, existe una cierta tendencia, apoyada por la Junta de Andalucía, en la recuperación del corzo como pieza de caza peculiar de toda esta área.

Además esta zona del Estrecho ha constituido un enclave estratégico entre los dos continentes lo que tiene en la actualidad una consecuencia sobre la situación de la masa de vegetación. Los gestores establecen una relación directa con la secuencia de fuegos en los montes cercanos a Algeciras y el flujo continuo de inmigrantes africanos desde las costas. Las personas buscan calentarse en las húmedas noches de estos montes donde vienen a refugiarse, lo que junto con la intensidad de los vientos dominantes y las cerradas existentes, ha provocado una frecuencia de incendios mayor que lo que algunos de estos montes pueden tolerar. A esto hay que añadir los fuegos provocados por los narcotraficantes que, con el fin de desviar la atención y los medios de seguridad hacia aquellas localizaciones más alejadas de su actividad, provocan incendios virulentos tanto en el Parque Natural del Estrecho como en Los Alcornocales. 

Todo ello ha provocado que se haya reducido la producción de quintales de corcho de manera drástica en los últimos años, de manera que en el caso del Ayuntamiento de Algeciras, por ejemplo, haya renunciado al descorche para reducir el estrés de la masa forestal y redundar con ello en la producción de bellota. No obstante, en el caso de otras entidades locales como Los Barrios el ingreso de la corcha supone un importante porcentaje del presupuesto local por lo que la única tendencia es a reducir la intensidad de descorche, reduciendo por ejemplo el descorche en ramas o la altura de descorche antes de la cruz.

Como conclusión comentar que aunque ya somos conscientes de las interralaciones de los usos existentes en las masas forestales, sus ingresos, la relación de la sociedad con el  monte, etc. estos espacios gaditanos son fiel reflejo de la necesidad de mirar al monte de manera integral a la hora de planificar y gestionar, pues de ello dependen su estado actual y futuro.

Calentamiento Global, o no

No está de más que los forestales, que gestionamos carbono y que de una forma u otra estamos metidos en este negocio, nos paremos a pensar sobre si existen motivos razonables para cuestionar el cambio climático antropogénico.

Mi amigo Rubén, Ingeniero de Caminos en Logroño y colaborador ocasional de Agresta, nos manda estas reflexiones sobre el tema.

Hace 127.000 años, hacía tanto frío que a duras penas los mamiferos más lanudos podían sobrevivir en las resecas y limosas estepas que bordeaban el gran glaciar de casco que cubría Europa y Norteamérica, es decir, por ejemplo en Inglaterra. Sólo 4.000 años después, en el periodo llamado Eemiense, en ese mismísimo lugar, los hipopótamos se sumergían en las charcas lodosas intentando ahuyentar el espantoso calor.  A  escalas incluso pequeñas, el clima cambia como el tiempo en Escocia. ¿Sabe esto nuestro premio Nobel de la Paz Al Gore (digno sucesor en el premio de Henry Kissinger, por cierto)?

En la temprana Guerra Fría, además de alertar al mundo de los riesgos de la guerra nuclear, la comunidad científica -aunque ni tan ancha ni tan mediática como hoy- ya alertaba a la sociedad del riesgo de cambio climático. Sostenían que las emisiones de particulas y aerosoles que la actividad humana producía estaban reduciendo la insolación que llegaba a la superficie terrestre y que, de seguir así, el planeta, debido a la actividad humana, iba de cabeza a una nueva glaciación, ¡al enfriamiento global! ¿Es que eran idiotas? En absoluto. Resultaba que entre 1940 y 1970 la temperatura media mundial bajaba apreciablemente (en España por ejemplo, el invierno de 1956 marcó registros fríos nunca conocidos y que aún no se han superado). Además ya se conocía en aquella época que había en los registros fósiles del hielo  una buena correlación entre partículas en suspensión y enfriamiento, y nunca había habido más particulas en los registros que en industrioso mundo de los 50s. Uniendo las dos cosas, parecía evidente que el hombre estaba alterando el clima, y así lo aseguraban muchas teorías científicas.

Pero resulta que, indiferente a la actividad humana, la temperatura media marcó un punto de inflexión a principios de los años 70s y empezó a subir decididamente. A mediados de los años 80, la Thatcher, con motivo de su cruzada contra la industria de Occidente en nombre de la reconversión (lo que a la larga, por cierto, nos ha llevado a la Gran Recesión) y buscando argumentos para calzarse la extracción de carbón y a esos mineros rojos que tantos problemas le daban, se aferró a las primeras voces de alarma de algunos científicos que argumentaban que el incremento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) por la actividad humana provocaban un efecto invernadero y que el planeta iba de cabeza al calentamiento global. En los años posteriores la parte más mediática de la comunidad científica, algunos ecologistas que arrimaban el ascua a su sardina y los medios de comunicación han continuado alarmando en esa dirección. ¿Son idiotas? Muchos sí, pero el resto notablemente lógicos, pues, al igual que en la anterior ola de pánico al clima, la del frío, hay inquietantes signos. Entre el año 1970 y 2000 la temperatura media mundial ha subido apreciablemente (aproximadamente 1 ºC), al tiempo que la concentración de dióxido de carbono y existe en los registros fósiles una cierta correlación entre concentración de dióxido de carbono y calentamiento.

Por ejemplo, durante el Oligoceno la concentración de CO2 varió de 1500 partes por millón (ppm) a 500 ppm (Pagani, 2005), y el clima se enfrió apreciablemente (hoy estamos en unas 460 ppm). Fue la época en que la Antártida empezó a acumular hielo. Pero lo que no queda claro aún es si la reducción del CO2 es causa del enfriamiento… ¡o su consecuencia! El principal sumidero de carbono es el mar. El mar es capaz de disolver más gas cuanto más frío está, por ello cuando hace frío, la cantidad de CO2 y metano en el mar aumenta drásticamente (gran parte de ese carbono queda fijado como carbonatos) sustrayéndolo de la atmósfera. Cuando las temperaturas suben, ocurre al revés. En cualquier caso es un proceso de retroalimentación positivo. Pero qué fue antes, ¿el huevo o la gallina? ¿el CO2 o el calor?

La verdad es que aún no están claras demasiadas cosas. La relación entre CO2 y calor son claras, así como entre partículas en suspensión y frío, pero para nada está claro que unas sean consecuencia de la otra o si es al revés. El clima ha cambiado mucho a lo largo de los períodos geológicos, en los que obviamente no hubo intervención humana, por lo que es preciso incorporar nuevos parámetros para poder explicar el clima, como la actividad solar, rayos cósmicos (implican nubosidad) y actividad volcánica, entre los más notables. Pero se trata de parámetros muy complicados de medir y modelar, al contrario que la concentración de CO2, que es fácil de medir y fácil de modelar mediante el concepto “forzamiento radioactivo“, que viene a describir cuántos W/m2 inciden sobre la superficie de la tierra. Como unas cosas no están claras y otras sí, es propio de cualquier técnico o científico (¡somos así!) coger lo que encaja en una regresión y dejar fuera lo que no, creando modelos demasiado simples pero que nos valen si sus resultados nos gustan.

Así, el IPCC (International Panel for Climate Change), pagado y mantenido por la ONU, que agrupa a unos diez mil científicos, muchos realmente muy reputados y honestos trabajadores, ha venido publicando desde su creación sucesivos informes acerca de las previsiones de calentamiento del planeta bajo distintos modelos, centrados críticamente en la concentración de CO2. Los informes, si bien no tan alarmistas como lo que cuenta la tele o el Boletín de Greenpeace, muestran una clara tendencia al calentamiento en los años futuros. Sus informes, si bien son interesantes y posiblemente el producto más sofisticado en cuanto a clima que actualmente se produce, tienen cuatro pegas fundamentales:

  • La primera es que hay científicos que, pese a la impopularidad de ser escéptico (en seguida se les acusa de estar a sueldo de las petroleras, ¡qué más quisieran los pobres!) disienten abiertamente de metodología y conclusiones (y no conozco a ninguno que disienta de la Ley de la Gravedad o de las Leyes de la Termodinámica, o sea, que tan claro no está).
  • La segunda es que los científicos han recibido importantes presiones para que las previsiones sean “adecuadamente” alarmantes, lo cual se ha podido ver muy claramente en el reciente escándolo que se ha denominado Climate Gate.
  • La tercera es que los que difunden los informes son los políticos y los medios de comunicación, que no se han leído el informe (son tochos de aúpa) quienes siempre exponen tan solo algunas de las conclusiones, especialmente las sensacionalistas o los escenarios marginales y más extremos.
  • Y la cuarta es que les pasa como a Rappel y… ¡no se han cumplido las predicciones! Los informes del IPCC dan previsiones para distintos parámetros para distintos años horizonte (2010, 2020 y mucho más allá). Como quiera que ya llevan casi veinte años emitiéndolos, se puede verificar el grado de acercamiento entre la realidad y la previsión. No sólo el calentamiento no se acelera según las previsiones (y menos en las capas altas de la atmósfera, una de las piedras angulares de toda la teoría), sino que los datos de observaciones indican en los últimos años una tendencia a la estabilización o incluso a un leve enfriamiento. (No es muy científico, pero pensad en los últimos inviernos en España). A medida que vayan pasando los años iremos viendo en qué quedan las previsiones, pero por ahora, apuntan a la chapuza.

Y si bien hay muchas cosas que no quedan claras en el asunto del clima, lo que sí está claro, en cambio, es que hay un alarmismo exagerado (recuerda bastante a la última ola de pánico de la Gripe A, de la que ya nadie se acuerda). Y también queda claro que hay cada vez más y más gente viviendo de toda esta historia del cambio climático, entre personas contando moléculas de carbono, divulgadores de la buena nueva, gente ocupando Secretarías de Estado (en España tenemos el ridículo puesto de Secretario de Estado de Cambio Climático, que trinca un pastón y tiene chófer) y mucha gente estudiando cómo va a afectar el cambio climático a las abejas, ríos, soja, cuadros (prometo que lo oí en la radio) ovejas, hígados y cualquier cosa por peregrina que sea. Y cada vez más gente recibiendo subvenciones por crear, comercializar o especular con productos ineficientes que se venden como “verdes” aunque sean menos verdes que prenderle fuego a un pila de neumáticos. Y sobre todo, muchos auténticos caraduras convirtiendo los derechos de emisión en papelitos que cotizan en un mercado, y sobre los que se construyen futuros y derivados. Goldman Sachs, grandes ecologistas de toda la vida, es una de las empresas que más dinero gana en el mercado internacional de derechos de emisión. Kyoto ha hecho mucho daño. Por suerte, no parece que vaya a renovarse semejante desatino después de los patinazos de la última cumbre del clima de Copenaghe.

Así que, pese a que los calentistas tratan de desprestigiar a los escépticos llamándolos “negacionistas” (¡como se llama a los que niegan el Holocausto!) y a que el bombardeo en los medios de comunicación continúa, y a que el clima cambia de verdad por muchísimos motivos incluso a la escala de una vida humana, me atrevo a vaticinar que en los próximos veinte años dejaremos de preocuparnos de problemas imaginarios para centrarnos en los verdaderos (superpoblación y pobreza, cénit del petróleo y pérdida de biodiversidad).

Rubén Eguíluz


Como referencias básicas para introducirse en el escepticismo:

  • El documental “El gran timo del calentamiento global”, disponible en muchos sitios, por ejemplo aquí.
  • La lectura calmada, el espíritu crítico y la consulta de datos imparciales. De esa consulta sosegada podréis sacar cosas como las siguientes gráficas, realizadas por mí mismo de los datos meteorológicos de mi pueblo (hacedla para los vuestros, podéis tomar todos los datos precisos de www.ogimet.com, con un poco de trabajo, eso sí, la verdad requiere esfuerzo). Las rectas en color negro, por cierto, son regresiones lineales ¿Dónde está el calentamiento y la desertización de la que habla el IPCC? (Esto es más anecdótico que otra cosa, pues el propio IPCC reconoce que el calentamiento global no implica calentamiento homogéneo, y que algunas regiones podrían sufrir un enfriamiento en medio de un contexto de calentamiento. ¡Pero da que pensar!)

 

 

¿Policía o marinero?

Este año hemos tenido la oportunidad de realizar diversos  trabajos de campo en el territorio  andaluz,  lo que nos ha permitido contactar con colectivos muy diferentes relacionados con el mundo rural y forestal.

Hemos compartido momentos con biólogos, naturalistas que miran el campo bajo el punto de vista de la  biodiversidad, es el  lugar que alberga  a numerosas  poblaciones de aves, mamíferos,  un lugar de esparcimiento…era curioso mirar desde sus ojos buscando  potenciales  pajareras en edificaciones abandonadas….

También hemos tenido el gusto de coincidir con los titulares de cotos de caza o sus fieles caseros…Ellos miraban bajo otra perspectiva, la de contar cuánta caza mayor y menor daba el monte. Decían que el monte ya no es lo que era, ya no hay nada que cazar… todos, desde los cazadores sociales hasta los que comercializan la caza, todos coincidían en que estos eran ” años muy malos”, que la administración no les facilita el trabajo, que no les tiene en cuenta, que quieren cazar más, que las “alimañas hay que controlarlas bien para poder tener caza”

Los olivareros de la campiña cordobesa por su lado, se quejaban de los daños que  los conejos causan en  sus olivares, decían “esos conejos no tiene sentido que estén ahí,  son una plaga”.

Los investigadores en sus centros, otro colectivo con el que hemos coincidido, siguen buscando  parámetros que midan el  valor per se del mundo rural y forestal,  las famosas externalidades y bienes indirectos…

Yo , como otra usuaria más, tengo mi propia opinión sobre  todo esto, aunque lo que  me gustaría es  aprovechar este medio para  manifestar  una vez más la importancia  de movernos,  de buscar  acuerdos, de aunarnos, de hacer algo por controlar la  subida de 0,5 grados de las temperaturas en cada decenio, de trabajar para que el monte siga interesando , para que produzca  dinero, en fin, que  las poblaciones queramos conservarlo y usarlo… Es una tarea dificil, puesto que como siempre nos influyen los intereses políticos del momento, los objetivos de las financiaciones, las motivaciones personales, y profesionales, etc.

Quiero concluir animando con algo práctico; os invito a buscar  en el dibujo la otra perspectiva, aquella que será la que nos ayude a luchar de verdad por la famosa  gestión sostenible y sustentable, que sólo conseguiremos como resultado de integrar los diferentes intereses sociales, políticos y culturales…


 😉 gracias javi por la imagen


 

 

Escribir correctamente es señal de calidad

¿Escribimos correctamente?  A los ingenieros siempre se nos ha tachado de no redactar muy bien, pero nunca se ha dicho nada acerca de escribir incorrectamente. Llevo tiempo fijándome en los documentos técnicos redactados por compañeros de profesión y la mayoría no escribe el 100% del texto correctamente. En general no le damos importancia a estos errores puesto que entendemos perfectamente lo que se quiere decir e incluso NO lo detectamos como error puesto que estamos tan acostumbrados a verlo que aparentemente es correcto. Paso a resaltar las 4 incorrecciones más frecuentes que me llaman la atención:

 –           Los símbolos son únicos y determinados para la palabra que representan y no llevan punto al final y no tienen plural. Sirva de ejemplo: metros es m, y no m. (terminado en punto) ni mts. O hectárea es ha, y no HA, o has. No existe m2, es m2 , si no encontramos el símbolo en las herramientas del editor de texto siempre se podrá copiar y pegar de otro documento. El error es confundir símbolo con abreviatura, que está sí que lo lleva, por ejemplo (ej.): etc.

–       Las letras mayúsculas deben llevar tilde. En los libros, por razones tipográficas, y en la escritura a máquina, suelen no acentuarse. Pero en la letra manuscrita o impresora, si la norma acentual lo exige, la mayúscula debe tildarse.

–       Las siglas se pueden escribir juntas o bien cada letra separada por un punto, pero nunca mezcla, es decir, o todas o ninguna por ej. F.A.O. o FAO

–       Estructura en las citas, por ejemplo: García Rodríguez, M. , 2010. Escribir correctamente señal de calidad. Blog de Agresta S. Coop.

 ¡El punto y coma existe!, relaciono sus usos (Fuente: Curso Superior en Habilidades y Técnicas de comunicación, editado por CIP y MBA):

1.Para separar elementos análogos subdivididos en partes subalternas por medio de comas:

  •  En la reunión internacional algunos hablaban el inglés; otros, el francés; aquellos, el alemán; los de más allá, el portugués.
  •  En el mercado compramos carne, verdura y frutas; en la librería, hojas, cuadernos y lápices; finalmente nos fuimos a la casa.

2. Para separar oraciones yuxtapuestas, es decir, unidas por el sentido (se omite la conjunción): La prosperidad nos procura amigos; la adversidad nos priva de ellos. Saldré un momento; volveré de inmediato.

3. Para separar las oraciones de extensión enlazadas por conjunciones adversativas (pero, sin embargo; no obstante, etc.).

  • Este alumno estudió todas las materias; sin embargo no rindió lo suficiente.
  • Su argumento está muy bien fundamentado; no obstante no me convence.

4. Después de varios elementos separados por coma, cuando sigue una oración que se refiere a todos ellos:

El aire puro de la playa, las frescas olas del mar, la quietud de la noche; todo nos hacía olvidar la agitada vida de la ciudad.

 En un trabajo de investigación se deben poner las fuentes documentales y bibliografía. Además en los proyectos, planes y demás estudios técnicos es conveniente poner un índice numerado, así como la fecha de realización.

 Un trabajo a nivel de contenido puede ser genial pero si no tiene todos los elementos que debe, o está escrito de forma incorrecta ¿es, en verdad, de calidad?

Nuevos enfoques del trabajo en equipo

Hace unas semanas surgió una conversación sobre el concepto de grupos o equipos de trabajo en el entorno en el que nos movemos día a día.

Según aprobamos en nuestro  ideario, nosotros apostamos por el “desarrollo de  los trabajadores en su vertiente humana y profesional en un entorno de relaciones saludables”, y de un tiempo a esta parte, además de habernos introducido en un debate más teórico sobre este tema, en algunos grupos nos hemos puesto manos a la obra y en la práctica más cotidiana estamos comenzando a abordar esta cuestión. Hemos considerado importante compatibilizar el seguimiento productivo de los proyectos (su rendimiento, las dificultades técnicas, la planificación y organización de las tareas,…) con las dinámicas que nos refuercen como equipo (trabajar en la mejora de las dinámicas de grupo, hacer talleres formativos sobre funcionamiento de grupos y trabajo en equipo,  reservar tiempo para la celebración,  fomentar la participación, incorporar la gestión de lo emocional al desarrollo del grupo,  aprender sobre la comunicación verbal y no verbal, así como ir construyendo espacios laborales de confianza).

Nos queda bastante por recorrer, pero seguiremos compartiendo en este blog los pasos que vayamos dando y las conclusiones que vayamos sacando. De momento cerramos con algunas citas interesantes:

* La fuerza reside en las diferencias, no en las similitudes. (Stephen Covey)

* Así como no existen personas pequeñas ni vidas sin importancia, tampoco existe trabajo insignificante. (Elena Bonner)

* Lo más hermoso del trabajo en equipo es que siempre tienes a otros de tu lado. (Margaret Carty)

* Marco Polo describe un puente, piedra por piedra.

– ¿Pero cuál es la piedra que sostiene el puente? – Pregunta Kublai Kan.

– El puente no está sostenido por esta o aquella piedra – responde Marco, sino por la línea del arco que ellas forman.

Kublai permanece silencioso, reflexionando. Después añade:

-¿Por qué me hablas de las piedras? Es sólo el arco lo que me importa.

– Polo responde: -Sin piedras no hay arco

(Las ciudades invisibles, Italo Calvino)

 

 Y por quitarle seriedad al asunto, y terminar con algo más “ligero”:

* El trabajo en equipo es esencial; te permite echarle la culpa a otro. (Anónimo)

Herramientas para la Gestión Forestal Sostenible

Muy destacable el trabajo realizado por el grupo de investigación “Unidade de Xestión Forestal Sostible” (UXFS), de la Escuela Politécnica Superior de Lugo, que ha sido editado recientemente en un libro por la Consellería de Medio Rural de la Xunta de Galicia.

El libro presenta un abanico de herramientas selvícolas (curvas de calidad de estación, tablas de producción, diagramas de manejo de la densidad, modelos dinámicos de crecimiento y producción, modelos de árbol individual, modelos de distribución diamétrica, relaciones altura-diámetro generalizadas, ecuaciones para la cubicación con clasificación de productos, tarifas de biomasa y de contenido de carbono, y ecuaciones que permiten estimar el diámetro y el volumen de árboles cortados a partir de las dimensiones del tocón) cuya aplicación va a mejorar considerablemente la gestión de las masas forestales de Galicia.

La principal ventaja de tener herramientas como éstas en una determinada región es que nos permiten obtener mucha más información y de más calidad con cada vez menos esfuerzo (y menos dinero) en los inventarios forestales.

En la misma línea está el trabajo realizado para las principales especies forestales de Castilla y León por el departamento de I+D+i de Cesefor y que se ve plasmado en  Cubifor, una herramienta que permite cubicar árboles clasificando productos, calcular biomasa, CO2 y que se basa principalmente en ecuaciones de perfil de árbol. Homogenizar el sistema de cubicación en todo Castilla y León, reducir el coste de los inventarios forestales y mejorar y controlar el error en la estimación de volúmenes de árboles son algunas de las ventajas de Cubifor.

Dos experiencias de las que deberían tomar nota el resto de las regiones para mejorar poco a poco la gestión de su superficie forestal.

¿Espacios Naturales Protegidos?

Los espacios naturales protegidos tienen diversas definiciones, que generalmente, hacen referencia a un espacio con unos límites conocidos sobre los que se realiza una gestión con un interés concreto por favorecer la conservación de la naturaleza.

Cuando hablamos de espacios protegidos en general, lo que se nos viene a la cabeza son parajes que destacan por su singularidad y calidad, por la sensación de armonía y equilibrio que nos aportan.

Sin embargo, cada vez nos encontramos con un escenario más intrusivo sobre el medio ambiente, con un desmesurado aumento de la presión sobre el entorno de estos espacios por nuestra parte.

Esta reflexión viene a colación de diversas noticias aparecidas en las últimas semanas en relación a la regulación del acceso con vehículos a diversas playas dentro de Parques Naturales o a la masificación que sufren otras en las que esa regulación no es posible (http://www.laopiniondemurcia.es/cartagena/2010/07/16/cartagena-frenan-acceso-calblanque-coche-ponen-microbuses/258731.html;http://www.ideal.es/almeria/v/20100726/almeria/cabo-gata-cada-masificado-20100726.html), lo que genera un debate, como también se cita en algunos de esos artículos, entre los que consideran necesaria esa regulación para la preservación de las playas, y aquellos que consideran “que no se tienen por qué mantener las playas como si estuviesen en una burbuja”.

Fuente: Chema Artero. IDEAL

En mi caso, soy más partidario de medidas que regulen la accesibilidad de los vehículos a aquellas zonas que en el interior de espacios protegidos sufran una importante masificación, para de este modo, poder disfrutar de estos parajes con esa sensación descrita al comienzo, y que esta presión no repercuta finalmente de forma negativa en la conservación del espacio en sí.

Por último, señalar, que para que estas medidas sean aún más efectivas, deberían enmarcarse dentro de los planes de ordenación y de gestión de cada espacio, y no llevarse a cabo como soluciones puntuales ante el problema puntual de cada verano.

La presión que sufren estas zonas es, como he dicho, cada vez más intensa, y estos instrumentos, son el marco idóneo para su desarrollo, ya que, entre otas cosas, se ha tenido en cuenta la participación pública, y eso debería redundar en una mejora aceptación de las medidas adoptadas por todas las partes implicadas.

10º aniversario de Agresta

Ayer día 8 de agosto Agresta ha cumplido diez años de historia como cooperativa. Diez años de proyecto alternativo, que nos hacen reafirmarnos en la solidez y solvencia de la apuesta que en su día hicieron los 9 socios fundadores, y que ha crecido hasta los casi 30 socios actuales repartidos por todo el territorio. Muchas gracias a todos los que habeis puesto vuestro granito de arena para que esto haya sido posible. Seguiremos adelante….

Reflexiones sobre la biomasa

Podría aportar un sinfín de datos que sobre las bondades de la biomasa circulan cotidianamente a nuestro alrededor; como por ejemplo: el informe anual Powered ahead: 2010, realizado por la consultora suiza KPMG, que refleja que “la energía renovable que más interés está generando entre los inversores es la biomasa y que genera más interés que la solar o la eólica.” o el VI Estudio de inversión y empleo en el sector forestal que aportó datos económicos y sociales sobre las ventajas de contar con la bioenergía, como que puede cubrir el 3% de la energía primaria consumida y crear 10.000 empleos.

Incluso investigadores granadinos están estudiando la posibilidad de obtener nuevos productos, tales como fertilizantes para uso agrícola, absorbentes de contaminantes del suelo y de aguas o incluso alimentación de rumiantes, a partir cenizas procedentes de la biomasa energética.

Asimismo es evidente que el aumento de la utilización de la biomasa con fines energéticos conllevaría una evidente y necesaria incorporación de recursos económicos a las masas forestales que tan necesitadas de inversión se encuentran.

Si tan conocidas son las bondades, no hago más que perderme en las siguientes cuestiones: ¿por qué aún asistimos a cierta parálisis por parte de las administraciones a la hora de apostar decididamente por la biomasa?; ¿por qué otros sectores como el eólico o el fotovoltaico si han experimentado un importante desarrollo?

Voy a lanzar unas cuantas ideas a modo de pregunta: ¿será que el carácter poco dado a la comunicación del sector forestal no ha sabido transmitir a la sociedad y por ende a la administración los altos beneficios que trae consigo la biomasa?, ¿será por qué en un sector de escasa innovación como el forestal, las barreras tecnológicas han retrasado su implantación?, ¿o quizás la causa sea la falta de actitud emprendedora de empresas, técnicos y políticos?…

Tengo claro que apostar por la biomasa, significa aumentar la calidad de la gestión de nuestras masa forestales, significa reducir combustible de los bosques y por tanto reducir el número y virulencia de los incendios forestales, significa desarrollar el sector forestal y por tanto las zonas rurales, significa una apuesta por las energías limpias que colaboran a frenar el tan mentado, y aparentemente inevitable cambio climático…

Ahora solo hace falta que seamos más quienes los tenemos claro.

Aulas de práctica de señalamiento en Soria y Burgos

El otro día Indforma anunciaba que la Junta de Castilla y León ha puesto en marcha dos aulas de prácticas de señalamiento de cortas. Siguiendo ese link es posible descargarse toda la información necesaria para empezar a hacer prácticas de señalamiento en ellas. Aquí os dejo un video donde Pablo explica de forma más visual cómo funcionan las aulas. Hay que aprovechar estos espacios que son una oportunidad para aprender a pensar en los señalamientos de corta, porque es necesario tener muy cuenta los productos actuales y futuros de la masa, los objetivos de gestión, la dinámica del rodal, los valores ecológicos, la regeneración natural… si queremos hacer señalamientos diferentes a las cortas a hecho. Ah, y tenéis que subir bastante el volumen del video y de vuestro ordenador, que ese día había ruido de motosierras de fondo.

[video:http://www.youtube.com/watch?v=68UazAVBZcM 640×480]