El 19 de septiembre de 2022 empecé una visita a Polonia al amparo del proyecto CARE4C-Carbon Smart Forestry Under Climate Change, proyecto europeo de intercambio de conocimiento entre diferentes países e instituciones en el que participan universidades y empresas privadas, lo que da pie a intercambiar conocimiento y experiencias entre la ciencia y la práctica del manejo forestal sobre el cambio climático.
El proyecto tiene cinco ejes fundamentales: Evaluación de datos, integración del conocimiento, estadística y modelización, manejo forestal y aprovechamientos forestales. En este caso nos centramos en la gestión y manejo forestal y la selvicultura adaptativa aplicada.
Gracias al buen recibimiento y las ganas de intercambiar conocimiento del Departamento de selvicultura de la de la Facultad de Forestales (Wydzial Lésny SGGW) de la Universidad de Ciencias de la Vida de Varsovia (SGGW, Warsaw University of Life Sciences), pude ir descubriendo sus fantásticos bosques y la importancia del bosque mixto de cara a una mayor estabilidad de los bosques para hacer frente al cambio climático.
Fabulosos bosques los de Wisla, Polanów y Chojna, donde, además de apreciar, los bosques mixtos de Picea abies, Fagus sylvativa y Abies alba en el caso de Wisla, Pinus sylvestris, Quercus petraea y Betula alba en Polanów y Pinus sylvestris y Quercus petraea en Chojna, pude observar que también Polonia tiene problemas reales con el cambio climático como los tremendos ataques de perforadores sobre Picea abies que están destruyendo las plantaciones intensivas super-productivas que instalaron los Habsburgo a finales del siglo XIX. Se termina la picea, y en Polonia, ya se han dado cuenta de que no es tan importante la explotación y los ingresos a corto plazo como la estabilidad y permanencia de los bosques en el tiempo. Suerte tienen los polacos de tener como especies de sustitución de la picea, al abeto y al haya, especies también altamente productivas, y contar con una fuerte industria de madera de calidad que les permite mantener bosques maduros de alta calidad ecológica. A diferencia de la Península Ibérica donde, por causa del cambio climático, se sustituye el Pinus sylvestris por encinas (Quercus ilex) y melojos (Quercus pyrenaica) y el Pinus pinaster por encinas (Quercus ilex) y sabinas (Juniperus thurifera) o a veces directamente por especies arbustivas. Nuestras especies de sustitución tienen poca producción maderable y son altamente inflamables, lo cual, nos genera un problema más a la escasa productividad de nuestros bosques y al ataque de plagas.
Tenemos que ponernos desde ya muy serios con las estrategias selvícolas de adaptación y la búsqueda de un valor añadido a nuestros bosques.
¿Cómo podríamos defender nuestros bosques si no aplicamos selvicultura adaptativa que además genere ingresos?
La búsqueda de valor añadido en nuestro caso, es crucial, ya que los bosques cuando no generan valor tarde o temprano arden en nuestro país.
Los forestales tenemos que defender los bosques, con las herramientas que tenemos, entre otras, la aplicación de la selvicultura y mediante el aprovechamiento forestal, generando ingresos que permitan el mantenimiento de los bosques. Sobre todo, en un país en el que se invierten unos 31,53 €/ha de media al año para el cuidado de los mismos (según el Anuario de Estadística 2019 publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación).
Es una cuestión de oferta y demanda, tenemos productos altamente inflamables que si no se consumen se quedan en el bosque y tarde o temprano arderán.
Este viaje a Polonia, con estos forestales de vocación, ha conseguido que recuerde mi más remota pasión por el cuidado de los bosques y las razones que me llevaron a trabajar en ello, hace 18 años ya.
Eternamente agradecida a Stanisław Drozdowski, Marcin Czacharowski, Zennon Rzonca (Wisla), Tadeusz Andrzejczyk, Jacek Zajaczkowski and Bohdan Kolisnyk, y por supuesto, a Kamil Bielak, responsable del proyecto Care4C por parte de la Facultad de Forestales ((Wydzial Lésny SGGW) de la Universidad de Ciencias de la Vida de Varsovia (SGGW, Warsaw University of Life Sciences), por este viaje y este aprendizaje.
¡Los bosques españoles os lo agradecerán también!
Varsovia, 26 de octubre de 2022
Beatriz de Torre Barrio (AGRESTA S. Coop.)