El pasado día 17 de marzo, tuve la oportunidad de asistir a la jornada técnica sobre “gestión forestal en espacios naturales protegidos”, organizada por el Colegio  y Asociación de Ingenieros de Montes con motivo del día forestal mundial.

A lo largo de la jornada, que  se organizaban a caballo entre el centro de visitantes del Parque Natural de Peñalara y el Albergue Los Batanes (Rascafría), pudimos disfrutar de la hospitalidad de Juan Vielva y su equipo.

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Foto cortesía de Ignacio Granados, Técnico del PN Peñalara. De izquierda a derecha Carlos del Alamo (Decano del Colegio de Montes),
 Juan Vielva (Director Conservadore del PN de Peñalara, Juan de Dios Cabezas (Jefe de Servicio de Planificación, Areas Protegidas y
Defensa del Medio Natural), Jose Manuel Meneses (Director del Parque Natural del Cañon del río Lobos), Antonio López Lillo (Presidente
de honor de Europarc España) y Josep María Forcadell (Técnico del Parque Natural dels Ports).

Además de pasar un día muy agradable rodeado de compañeros forestales y pudimos conocer las experiencias de algunos técnicos de la administración, que se enfrentan día a día al reto de gestionar espacios protegidos. Durante el debate de la mesa redonda posterior a la charla, surgió una idea, que siempre he considerado una de las principales asignaturas pendientes de los profesionales forestales. Hablo del saber vender lo que hacemos.

Los forestales nos hemos preocupado notablemente del “Saber Hacer”. A lo largo de los años siempre ha habido y sigue habiendo enormes profesionales forestales. Sin embargo, es más que evidente que no hemos sabido trasmitir a la sociedad la importancia de lo que hacemos. Solo hay que leer las reflexiones de muchos compañeros sobre cómo no ve la sociedad la profesión forestal, para darse cuenta de cuál es la situación actual. Si analizamos el por qué de esta situación, para mí la respuesta es clara, no hemos sabido vender lo que hacemos.

La situación actual es óptima para afrontar este reto. En un mundo donde la información fluye más allá de lo que nos habríamos atrevido a soñar hace apenas 20 años, existen suficientes herramientas para que podamos revertir poco a poco la situación. Solo nos hace falta darnos cuenta de la necesidad de cambiar nuestra manera de relacionarnos con nuestro entorno como profesionales forestales.

En este sentido, os recomiendo seguir el ejemplo de Juan Vielva, quien hace tiempo ha comprendido la importancia del comunicar lo que hacemos, y es este hecho diferenciador, lo que complementa su gran conocimiento del medio forestal para hacerle un ingeniero mejor.

Para quienes queráis comprobar un ejemplo de este tema os recomiendo echarle un vistazo a la página web de su equipo en el Parque Natural de Peñalara.