Aunque ha pasado cierto tiempo me gustaría comentaros la experiencia de la Jornada de Profor a la que asistí en julio. Como ya sabréis en estas minijornadas que PROFOR organiza en Andalucía y, en las que Agresta participa asiduamente, se comentan y debaten experiencias entre profesionales del sector y suelen ser muy interesantes. En este caso, como suele ocurrir en muchas ocasiones, el buen equipo humano, la complicidad de técnicos y agentes de medioambiente, la ilusión por probar técnicas nuevas, da como resultado una continua búsqueda de una gestión más eficiente y, sobre todo, un buen hacer en estos espacios naturales. Ya me había tocado trabajar con ellos cuando Agresta redactó el Manual de Regeneración del Alcornocal pero ahora de forma más distendida, pude comprobar el gran conocimiento que sobre el espacio tiene este equipo de técnicos y agentes forestales.PROFOR_Algeciras_025_500_x_375

Uno de estos técnicos, Rafael Sánchez, muy  aficionado a la historia forestal, fue capaz de establecer un hilo conductor desde varios siglos atrás con la situación actual de Los Alcornocales. Por ejemplo, parece ser, que en lo que ahora es el mirador del Hoyo de Don Pedro, se situaba la fortaleza desde donde se inició la conquista cristiana de Al-Yazira al-Jadrā (Algeciras). Se repasaron también las menciones a la zona que en el Libro de la Caza escrito en el  S. XIV aparecen, relatando la gran abundancia del corzo en toda la comarca.

De hecho, el corzo que tradicionalmente era pieza de caza en los Alcornocales viene  siendo desplazado por el venado desde hace algunas décadas por el valor cinegético de este último. Ambas especies afectan de manera muy distinta al regenerado de alcornocal, puesto que el corzo sólo se rasca sobre aquéllos individuos que pueden localizarse en espacios más abiertos entre pastizales mientras que el venado ramonea tanto las bellotas como todo el regenerado que pueda aparecer sobre la mancha mediterránea. Esto motiva que los gestores del espacio natural requieran de las fincas, planes de caza con mayores capturas, a fin de obtener densidades de venado que permitan obtener un regenerado adecuado en las masas de alcornocal. Uno de los debates más interesantes que se establecieron en la jornada, fue la integración económica de la producción de corcho con la actividad cinegética del Parque Natural, porque pese a que los ingresos de las fincas en Los Alcornocales proceden de manera muy generalizada de la corcha, los propietarios están incrementando de manera exponencial la carga cinegética de las fincas, sin observar que esto puede hacer peligrar los ingresos principales. Por otro lado, existe una cierta tendencia, apoyada por la Junta de Andalucía, en la recuperación del corzo como pieza de caza peculiar de toda esta área.

Además esta zona del Estrecho ha constituido un enclave estratégico entre los dos continentes lo que tiene en la actualidad una consecuencia sobre la situación de la masa de vegetación. Los gestores establecen una relación directa con la secuencia de fuegos en los montes cercanos a Algeciras y el flujo continuo de inmigrantes africanos desde las costas. Las personas buscan calentarse en las húmedas noches de estos montes donde vienen a refugiarse, lo que junto con la intensidad de los vientos dominantes y las cerradas existentes, ha provocado una frecuencia de incendios mayor que lo que algunos de estos montes pueden tolerar. A esto hay que añadir los fuegos provocados por los narcotraficantes que, con el fin de desviar la atención y los medios de seguridad hacia aquellas localizaciones más alejadas de su actividad, provocan incendios virulentos tanto en el Parque Natural del Estrecho como en Los Alcornocales. 

Todo ello ha provocado que se haya reducido la producción de quintales de corcho de manera drástica en los últimos años, de manera que en el caso del Ayuntamiento de Algeciras, por ejemplo, haya renunciado al descorche para reducir el estrés de la masa forestal y redundar con ello en la producción de bellota. No obstante, en el caso de otras entidades locales como Los Barrios el ingreso de la corcha supone un importante porcentaje del presupuesto local por lo que la única tendencia es a reducir la intensidad de descorche, reduciendo por ejemplo el descorche en ramas o la altura de descorche antes de la cruz.

Como conclusión comentar que aunque ya somos conscientes de las interralaciones de los usos existentes en las masas forestales, sus ingresos, la relación de la sociedad con el  monte, etc. estos espacios gaditanos son fiel reflejo de la necesidad de mirar al monte de manera integral a la hora de planificar y gestionar, pues de ello dependen su estado actual y futuro.