Los espacios naturales protegidos tienen diversas definiciones, que generalmente, hacen referencia a un espacio con unos límites conocidos sobre los que se realiza una gestión con un interés concreto por favorecer la conservación de la naturaleza.

Cuando hablamos de espacios protegidos en general, lo que se nos viene a la cabeza son parajes que destacan por su singularidad y calidad, por la sensación de armonía y equilibrio que nos aportan.

Sin embargo, cada vez nos encontramos con un escenario más intrusivo sobre el medio ambiente, con un desmesurado aumento de la presión sobre el entorno de estos espacios por nuestra parte.

Esta reflexión viene a colación de diversas noticias aparecidas en las últimas semanas en relación a la regulación del acceso con vehículos a diversas playas dentro de Parques Naturales o a la masificación que sufren otras en las que esa regulación no es posible (http://www.laopiniondemurcia.es/cartagena/2010/07/16/cartagena-frenan-acceso-calblanque-coche-ponen-microbuses/258731.html;http://www.ideal.es/almeria/v/20100726/almeria/cabo-gata-cada-masificado-20100726.html), lo que genera un debate, como también se cita en algunos de esos artículos, entre los que consideran necesaria esa regulación para la preservación de las playas, y aquellos que consideran “que no se tienen por qué mantener las playas como si estuviesen en una burbuja”.

Fuente: Chema Artero. IDEAL

En mi caso, soy más partidario de medidas que regulen la accesibilidad de los vehículos a aquellas zonas que en el interior de espacios protegidos sufran una importante masificación, para de este modo, poder disfrutar de estos parajes con esa sensación descrita al comienzo, y que esta presión no repercuta finalmente de forma negativa en la conservación del espacio en sí.

Por último, señalar, que para que estas medidas sean aún más efectivas, deberían enmarcarse dentro de los planes de ordenación y de gestión de cada espacio, y no llevarse a cabo como soluciones puntuales ante el problema puntual de cada verano.

La presión que sufren estas zonas es, como he dicho, cada vez más intensa, y estos instrumentos, son el marco idóneo para su desarrollo, ya que, entre otas cosas, se ha tenido en cuenta la participación pública, y eso debería redundar en una mejora aceptación de las medidas adoptadas por todas las partes implicadas.