Acaba de ser colgado en la web de Copernicus Global Land Service nuestro proyecto de mapeo de carbono forestal para los bosques mediterráneos de la Península Ibérica.

Dado que los ecosistemas mediterráneos han demostrado ser muy sensibles a los efectos del cambio climático, requieren de una gestión adaptativa para la estimación, el seguimiento y la gestión del carbono orgánico, lo que permitirá alcanzar los compromisos del cambio global a nivel nacional. Pero la generación de estos mapas es difícil , además de presentar altas incertidumbres.

Debido a su alta sensibilidad y precisión, la tecnología LiDAR ha sido ampliamente utilizada en el campo forestal, incluyendo para la densidad de carbono de la vegetación. Sin embargo, estos datos presentan ciclos de repetición mucho más largos que los de satélite, por lo que complica la obtención de información espacialmente continua, especialmente en estudios a escala nacional.

Agresta S. Coop., en colaboración con las Universidades de Almería (España) y Delaware (EE. UU.), ha desarrollado una aproximación metodológica para mejorar el mapa de carbono a nivel nacional, integrando datos de alta resolución con productos de vegetación de Copernicus Global Land Service.

Beneficios para el usuario

  • Enfoque factible y rentable para el monitoreo de carbono.
  • Fácil actualización del carbono y de su evolución.
  • Alta frecuencia temporal (cada 10 días) y resolución espacial moderada (300 m)
  • Aplicable para ámbitos locales, regionales y nacionales.
  • Mapeo de valores de incertidumbre asociados a la estimación de carbono.

Hechos y cifras clave

  • La superficie forestal en España aumentó un 1,2% entre 2004 y 2018.
  • La cobertura boscosa ocupa más de 18 Mha en España, el tercer país de la UE por sus zonas boscosas.
  • 2.544 MTn de carbono se acumulan en zonas forestales españolas. Este valor es equivalente a las emisiones de CO2 de España en los últimos 29 años (según las emisiones medias 2001-2010)
  • El carbono orgánico del suelo almacenado en los bosques españoles es cuatro veces mayor que la cantidad almacenada en el biomasa aérea de dichos bosques.