Dicen los entendidos que en un  blog corporativo hay que evitar hablar de la propia empresa; supongo que por un lado para evitar un exceso de narcisismo y por otro para evitar aburrir al personal con el “yo…yo…yo…yo…”

En esta ocasión me voy a permitir la licencia de saltarme esta recomendación…pero tengo un buen motivo.

Agresta, como cooperativa, esta formada por trabajadores, y trabajadoras, que son dueños de la empresa en la que se desarrollan profesionalmente. Por lo tanto son responsables y participes de todo lo que suceda: desde el diseño de las tarjetas de visita hasta el retorno cooperativo (que viene a ser lo que conocemos comúnmente como salario o renumeración económica) pasando por la estrategia comercial, horarios, vacaciones, contrataciones, etc.

¿Que se necesita para que casi 30 personas, como es nuestro caso, puedan desarrollar y mantener este concepto?, pues yo lo tengo claro: confianza.

Confianza en las aptitudes y actitudes de tus compañeros y compañeras, confianza en su responsabilidad, confianza en que para lo realmente importante percibimos la realidad de forma análoga. Pero no solo eso, también tenemos la confianza de que otra forma de relacionarse en el entorno laboral es posible: una forma más justa y equitativa, una forma en la que se prima el desarrollo de las personas frente al capital.

Veréis, cuando comento en mi entorno, amigos, familia o compañeros de profesión, la aventura en la que está embarcada Agresta recibo por su parte una respuesta que mezcla el gusto por la idea mezclada con la reticencia para que pueda ser efectivamente llevada a cabo.

¿Y sabéis cual es la razón de la incredulidad ante el modelo que les presento?, sencillo: están acostumbrados a trabajar en espacios que carecen de ese valor, la confianza, y por tanto conciben la idea como atractiva a la par que irrealizable.

Yo, tengo la fortuna de vivir y crecer con gente que me ha mostrado que ese entorno es posible y tangible; gente con la que comparto proyecto profesional y de la que me siento orgulloso.

Agresta cumple 10 años, y este fin de semana voy a celebrarlo con esta gente y con las personas que nos han acompañado de una u otra forma a lo largo de este tiempo. Voy a celebrar que aun con nuestros desencuentros (como en las mejores familias) seguimos aquí, seguimos creyendo en la confianza, seguimos gritando que otro modelo es posible…y por muchos años.