Últimamente he tenido varias conversaciones sobre lo denostado que está hablar de dinero. En general, a la gente le cuesta hablar de lo que gana, de lo que cobra, avergüenza decir que se trabaja para ganar un salario, que es algo que se hace con un fin claro: poder ganarse la vida. Si se tiene la suerte, cómo algunos privilegiados la tenemos, de disfrutar con lo que hacemos y darle una vuelta a la realidad entonces se convierte en un lujo.

Ya os digo que últimamente, he hablado varias veces de este tema porque cuando se negocia parece que se habla de algo etéreo y eso, al final, hace que ganen el dinero los de siempre. Quiero decir, si no sabes cuánto está pagando tu amigo por una hipoteca difícilmente podrás negociar la hipoteca con tu banco.

He estado viendo nuestro blog, y no hay ninguna referencia a la visión empresarial que también tenemos dentro de Agresta. Nuestra cooperativa, está hecha entre otros motivos para ganarse la vida con un trabajo digno. Si bien en estos tiempos que corren la dignidad es algo que cuesta muy caro mantener.

A mí particularmente, me importa defender esta parte empresarial. Supone un esfuerzo titánico, preocupaciones y sinsabores, pero el crear riqueza con mi trabajo es algo que me enorgullece mucho. Muy probablemente tener un trabajo por cuenta ajena, con un horario estricto, sin más responsabilidad que el hacer mi trabajo técnico, sea mucho más fácil que el barullo de cosas con las que nos enfrentamos a diario en la oficina de Sevilla.

La situación de crisis general que vivimos todos, está haciéndonos pasar unos malos tiempos. La administración, que es nuestro mayor cliente, apenas si cuenta con presupuestos para 2012. Esta es la realidad. La mayoría de las empresas de nuestro ámbito están en las mismas. No me gusta la mezquindad de la competencia ruin. Quiero que todas las empresas del sector forestal puedan sobrevivir a esta crisis pagando a cada uno de sus empleados dignamente, compitiendo justamente.

Esta es la realidad y no creo que difiera mucho de la de las demás empresas de nuestro ámbito. Si no contamos lo que nos pasa, nadie nos va a contar lo que les pasa, así que nunca podremos negociar con nuestro banco la hipoteca.