Iniciamos esta sección dedicada a la innovación en el sector forestal, en la que nuestra idea es escribir una entrada mensual con algún enfoque, curiosidad o concepto que nos parezca interesante compartir.

Innovación y mundo forestal (1)

Hemos elegido para empezar la sección el proyecto de construcción del San Juan, un inmenso ballenero vasco del siglo XVI que se hundió en las costas de Terranova hace más de 400 años. Una de las particularidades del proyecto es que se está construyendo de forma absolutamente artesanal, tratando de reproducir no solo el barco si no las técnicas de construcción y los materiales usados en la época. Y esto, os diréis ¿Qué tiene de innovador y de forestal?

De innovador tiene el hecho de tratar de entender la historia no sólo investigando sino haciendo. Nada mejor que comprender las sutilezas de las técnicas y proezas antiguas que, a base de prueba y error, ponerse manos a la obra reaprendiendo y explorando las técnicas que se van desempolvando de viejos documentos y restos encontrados. Hay mucho trabajo de investigación en todo esto. Todo se inició en 1978 a través investigaciones canadienses que permitieron encontrar el barco en muy buen estado de conservación y que pronto conectaron con investigadores y apasionados de este lado del mundo. Otra innovación es que la construcción del barco está abierta al público, siendo un museo vivo en continua evolución. Está en un lugar magnífico, lleno de historia marítima e industrial, el puerto de Pasaia, muy cerca de San Sebastián.

En cuanto a lo forestal, lo primero que llama la atención cuando uno entra en el espacio de Albaola es la cantidad de madera que hay por todos los lados. Hemos de recordar que las carabelas que unieron por primera vez Europa y América estaban construidas con madera de nuestros bosques. Sin madera no había Marina ni comercio. Tan importante era la madera para la construcción de barcos en aquella época que se hacía una selvicultura y podas específicas para que los árboles seleccionados tuvieran un máximo de madera con la curvatura y formas necesarias para la construcción de piezas que ya tenían en la cabeza. Había una conexión entre la industria y la actividad forestal, y su importancia era crucial para la sociedad de la época. El San Juán está construyendo principalmente con robles de Navarra. Todo es madera: la estructura, el casco, los pisos, los mástiles… a excepción de algunas piezas de metal para reforzar uniones, las velas que serán de cáñamo (también cultivado de forma tradicional) y la pez para sellar los huecos de la madera y reforzar la impermeabilidad, que viene de la resina de pinos sorianos, obtenida, transformada y transportada según los métodos de la época.

No os perdáis una visita antes de que lo acaben.

Más información:

albaola.com