De asombro es cuanto menos la sensación que me deja la noticia que detalla que en Tenerife, tras los médicos, la mayor demanda de profesionales se realiza entre los ingenieros de montes y forestales. (Ver noticia en: aquí).

Cualquiera podría deducir que por la ley de oferta y demanda, los ingenieros de montes y forestales en Tenerife estamos ubicados en puestos de alta remuneración economica y excelentes condiciones laborales. En cuanto leí la noticia, di un respingo y fui corriendo a pedirle explicaiones a mi jefe…mas tarde me percaté de que no tengo jefe, y que sé feacientamente que esta afirmación está muy lejos de la realidad.

Para empezar, yo que resido en Tenerife, me las veo y me las deseo para poder vivir de esta profesión, que en buena hora tuve a bien elegir. Para continuar conozco a más de un compañero y compañera del sector que se encuentra desempleado, alguno desde hace ya tiempo. Y digo yo, ¿como puede ser que existan personas desempleadas con esta titulación y a la vez que la profesión de ingeniero de montes y forestales sea etiquetada de «difícil ocupación»?

Trasteando en el Servicio Público de Empleo Estatal, y mas concretamente en el apartado legislativo de Ocupaciones de Difícil Cobertura, se descubre que este listado de ocupaciones no es mas que un valor referido a la media nacional; es decir, compara una serie de índices provinciales con la media nacional, en caso de que para una profesión este conjunto de índices arroje valores por debajo de la media nacional le adjudican la etiqueta de «Difícil Cobertura».

Conclusión: que las profesiones de ingeniero de montes y forestal estén catalogadas como de díficil ocupación no significa que existan ofertas de trabajo a porillo que no puedan ser cubiertas por ingenieros e ingenieras demandantes de empleo. Mas bien que la relación: número de parados por oferta de empleo es algo menor que la media nacional.

Por tanto, no nos llevemos a engaños, estamos tan jodidos (perdón el palabro) como el resto, con la diferencia de que voy a fardar con los amigotes de lo exótico de mi profesión…y eso, amigos y amigas, como decía aquel anuncio: «no tiene precio». Gracias Servicio Público de Empleo.